El orgullo de ser vendedor

El orgullo de ser vendedor

José Ramón Luna Cerdán

José Ramón Luna Cerdán

José Ramón Luna Cerdán

2 oct 2023

Si miras cualquiera de los portales de empleo, te darás cuenta de que informática y ventas son las dos áreas en las que más se busca gente. En concreto, para el área de ventas se buscan comerciales capaces de abrir mercado, gestionar clientes, fidelizar y con un componente tecnológico. Parece como si la venta le interesara a alguien, ¿no crees?. Y esto es así desde que tengo recuerdos profesionales.

 

No solo es que la venta le interese a alguien, sino que es el verdadero motor económico de las empresas. A través de la venta, las empresas consiguen los ingresos necesarios para mantener sus estructuras y crear riqueza. Gracias a la venta se crean empleos y prosperidad económica. Sin venta no hay beneficio, no hay crecimiento.

 

A pesar de que esto es así, no se puede negar que la profesión de vendedor no ha tenido siempre una concepción positiva a nivel social. Es más, me atrevería a afirmar que no la ha tenido nunca. Aún hoy cuando vemos los anuncios de empleo en busca de vendedores, se camufla el término con palabras como “Asesor Comercial, Ejecutivo de Cuentas, Desarrollador de Negocio, SDR” y otros palabros que tratan de evitar lo que realmente se ofrece: un puesto de Vendedor profesional.

 

Esta situación viene de la creencia de que ser vendedor significa que no se tienen aptitudes para otra cosa mejor. En ocasiones he llegado a escuchar “Mira, el hijo de la vecina del cuarto es vendedor. Claro, si con lo poco que estudiaba, ya sabía yo que no llegaría más lejos”. La creencia de que para triunfar hay que ser ingeniero, doctor o abogado ha estado muy implantada en nuestra sociedad a lo largo de los años.

 

Sin embargo, entre todos los que amamos la venta y nos dedicamos profesionalmente a ella, estamos contribuyendo a cambiar la imagen que la profesión de vendedor tiene en la sociedad. Y podemos seguir haciéndolo.

 

El vendedor profesional es una persona plenamente formada, con más años de formación que algunas de las personas que estudian carreras universitarias y en disciplinas muy diferentes. Además, no deja de formarse en toda su vida.

 

El vendedor profesional es una persona culta puesto que necesita dominar el lenguaje para persuadir a clientes de todos los perfiles socioeconómicos y educacionales.

 

El vendedor profesional es una persona más trabajadora y persistente que la media, con muchas horas de dedicación a la actividad y una gran disciplina horaria, necesaria para conseguir sus objetivos.

 

El vendedor profesional es un buen comunicador, domina las técnicas y ha desarrollado un carácter amable, educado y extrovertido. Es una persona con la que da gusto mantener una conversación.

 

El vendedor profesional es una persona con vocación de servicio. Su profesión le ha desarrollado esta cualidad y esto lo convierte en una persona capaz de echar una mano a quien lo necesita.

 

El vendedor profesional es un verdadero “empresario”, dueño de su tiempo y de su actividad. Esto tiene varias ventajas evidentes. Por un lado, para la sociedad, el vendedor profesional participa normalmente en sus propios ingresos, lo que libera de cargas a empresas y a Estado. En muchos casos, los vendedores son autónomos y, por tanto, contribuyen a aligerar las cifras de desempleo. Son ellos mismos los que se buscan el trabajo día a día.

 

Desde el punto de vista individual, el nivel de ingresos de un vendedor profesional suele estar por encima de los salarios medios, por encima de otras profesiones que tradicionalmente han estado “mejor consideradas”. Además, las posibilidades de crecimiento de los ingresos no están limitadas al “IPC”, sino que el límite lo pone el propio vendedor con su trabajo.

 

El vendedor profesional es una persona decidida, no depende de los demás para conseguir desarrollar su trabajo. Sabe que “si quiere puede” y afronta así cada día y cada entrevista con sus clientes.

 

El vendedor profesional es una persona resiliente, capaz de adaptarse a circunstancias cambiantes, hacer frente a los retos y mantener un estado de ánimo positivo que le permite avanzar.

 

¿Crees que estas realidades son para sentirse orgulloso?. Yo, personalmente creo que sí y además hago alarde de ellas cuando hablo con personas que todavía piensan que el trabajo de vendedor es para aquellos que nos son capaces de hacer otra cosa. A mi me parece que una persona con el perfil que acabo de plantear es atractiva. Merece la pena invertir tiempo con ella. Enriquece.

 

En SDI – Sales Development Institute estamos convencidos de que trabajar en ventas es una de las orientaciones profesionales más gratificantes que existe y es, además, una buena vía para poder definir tu propio futuro.

 

En una época en la que hay tanta incertidumbre, en la que todo cambia tan rápido y en la que, muchas veces es difícil abrirse camino y avanzar, es necesario perfiles capaces de conseguirlo por sus propios medios. Son necesarios vendedores profesionales!.